Este blog está discontinuado

Hola. Este blog ya no se actualiza. Pero me pareció bien que todo este material siguiera estando ahí. Por si alguna vez alguien quiere leerlo, y por contribuir a la basura informática.
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29.12.04

Premios Nacionales de Diseño (los PENES)

Cae como una losa la noticia del fallecimiento de Daniel Gil. Esta profesión ha sido con él comedidamente correspondiente, pero a la altura del betún han quedado los politicos y funcionarios. Sobre la mesa de todos los que han tenido que ver algo con el diseño en las administraciones ha estado la necesidad imperiosa de recoger y difundir el trabajo de Daniel antes de que muriera. Ahora les faltará tiempo, sospecho. Daniel era un malhumorado, exigente e intransigente viejo, no sé si más débil ante una caja de bombones o un buen plato de jamón ibérico. Vamos a echar de menos su cabezonería, su humor hiriente, y la lucidez y el análisis de las cosas, era sabio, que acompañaba su torpeza de movimientos. Y el cariño con que nos trataba vamos a añorarlo también.

Finales de diciembre y persiste un bloqueado mutismo con respecto a los Premios Nacionales, y llama la atención, que por estas fechas en que escribo, la edición anterior la estaban ya apañando en los despachos aquellos bucaneros políticos (qué ridícula resulta ahora vuestra prepotencia y altanería...) y sus eficaces adláteres del BCD. Lo cierto es que después del pucherazo de marras, tampoco pasaría nada si esta edición no se celebrara, y nos diéramos un año para el descabreo, que no para el olvido.
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Post Scriptum: Me llama un ex-premiado y me cuenta que sí, que con fecha del día de nochebuena les ha llegado a los proponientes –esa interminable relación de supuestos con criterio que “nominan” a los nombrables– la carta con la convocatoria de este año. Y me manifiesta su extrañeza porque ni la cosa de la dotación, ni la participación de los organizadores en el jurado (cuya desaparición viene reclamándose de atrás) se han movido un ápice. Y es que antes de verano las asociaciones fueron llamadas a consultas por el BCD (para abortar un amago de poner las lanzas en pie de guerra que se gestó en una comida en el FAD y que después quedó en stand by al cambiar el signo politico del gobierno), quien se ha convertido en una especie de cortafuegos para evitar que los afectados lleguemos a los políticos: convocan la reunión (en la que nunca hay representantes del ministerio) y nos prometen tras la misma que trasladarán nuestras inquietudes a los responsables políticos.... para asegurarse que luego nada cambie.
Por cierto, también me cuentan que en esa reunión los del mamporreo sostenían que lo del pucherazo del año pasado se lo ha inventado esta revista [referido a VISUAL, donde originalmente se publicó este texto]. Afortunadamente ahí están los jurados, que son los que de verdad vivieron lo que pasó y pueden contarlo. Quien quiera saber, que les pregunte. Pero también pueden los señores del BCD romper ese silencio (aquí se han hecho acusaciones que de no ser ciertas habría para empapelar hasta al niño de los recados) y hacer pública su versión, en lugar de mantenerse agachaítos a ver si nos olvidamos.
Y leo las nuevas bases, en las que a favor, veo que desaparece la mención explicita de “estos premios carecen de dotación económica”. Tampoco dicen que vaya a haberla, o sea que nada cambia, pero por lo menos no nos lo restriegan... es algo.
En contra: sigue con todo descaro y sin una mínima explicación el BCD como convocante consorte, lo que anula cualquier esperanza de renovación: si la trampa la hizo el ministerio (donarturito y su mezquino “propio”, el de las llamadas amenazantes a quien se fuera de la lengua), el BCD actuó a modo de cómplice, ocupándose además del amaño: con posterioridad a la reunión del jurado hubo que telefonear uno a uno a los miembros del mismo y llevarles al huerto, y eso evidentemente no se hizo desde el ministerio: los mamporreros estaban ahí para esas labores, que para eso se lo llevan...
El día que los jurados hablen, si quieren, esto se viene al traste. Y mientras, aunque los premios cambien de signo político, de departamento y de ministerio, queda por aclarar qué papel juega el BCD en todo esto.
(de Pseudonimma)

26.12.04

Editorial Actar

Me cuentan que han sido reconocidos con el premio a la trayectoria editorial en los Premios Daniel Gil, lo que reconforta y anima cuando parece que lo de editar boutades sobre diseño parece un deporte. Llevan años hilando finísimo y sus libros son garantía de calidad. A ellos mi máxima admiración. Y también a Satué, que ha recibido el premio a la trayectoria profesional, merecidísimo a estas alturas.

20.12.04

Gráfistas vs. industriales

En ocasiones hecho en cara a las estrellas que a mí me tocara el don de la gráfica, cuando lo que de verdad tiene que ser bonito es lo del mal llamado diseño de producto. Y a propósito, cómo hecho de menos lo del diseño industrial: aquí entre lo que se nos llenó la boca primero con el puto proyecto y su cultura, que a ver si lo dejan ya por agotado, y ahora que en las escuelas ya no se habla de diseño industrial sino de producto, casi que da gusto cuando te encuentras con un abuelete diseñador de esos de más de cuarentaicinco, que te habla de industrial con orgullo. Aiquehoerse con la palabrería.
Decía lo de industrial porque les veo (en Valencia y en Barcelona, que aquí en Madrid o no hay o se esconden) como que lo viven con más quietud y reflexión. Eso puede darlo el que cuando haces una silla o una lámpara, debe uno quedarse como refocilando en la reflexión de que acompañará treinta años o más la vida de muchas personas, en sus mudanzas, en sus esperas y en sus desesperaciones, en el amor, en la enfermedad, en la suerte... y en cambio una página diseñada dura un día, un cartel una semana y un logo, a lo más, cinco años sin que alguien lo “revise”. También puede que influya el hecho de que con un buen trabajo de gráfico llegas a fin de mes, a lo sumo, y en cambio, aunque sea un topicazo incierto, con tres o cuatro pelotazos “de producto” hay quien cree que se podría vivir de los rollaltis.
Sea lo que sea, a mi me parece que los producteros van por la vida con mas tranquilidad, viendo pasar el río y refrescándose los pies, mientras que los gráficos creemos que nos lo tenemos que beber entero. Y eso sin tener en cuenta el ahorro material y la paz espiritual que debe producir no tener que llevar ni gafas de pasta de colores, ni perillas o patillas de cincelado imposible, y que como en los muebles que crean, sólo han de combinar para vestirse negro, crudos y grises. Y como sucede al hablar, a veces empiezas a escribir teniéndolo muy claro y cuando lleva una tres párrafos, ya no se acuerda a qué venía esto... pues ahí queda, que tengo prisa que se me lleva la corriente.
(de Pseudonimma)
Álvaro Sobrino. Diseñador gráfico, periodista y editor.
Mantiene una columna en la revista VISUAL, con el nombre de Crónicas de Pseudonimma, donde recoge opiniones de otros y las suyas propias acerca de la actualidad del diseño español.