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18.6.07

Hace unos días Enric Satué me obsequió con este manifiesto, en un dinacuatro doblado. Me gustó sobretodo que lo hiciera así, fotocopiado en papel, incluso con alguna enmienda hecha a mano, que supongo incorporaría después de impreso el original. Cualquier otro hubiera lanzado un e-correo masivo a todas sus direcciones, que se hubiera recibido en competencia directa con una docena de avisos acerca de viagras y réplicas de rolex. No es lo mismo.
Como quiera que los manifiestos son para difundirse, sin advertirle lo subo a este blog, en la confianza de que no se moleste. El suyo, el original, quiero decir, es más contundente, en caja alta y con un juego tipográfico de cuerpos al que la pantalla no haría justicia.


MANIFIESTO AZUL DEL DISEÑO EDITORIAL
MADRID, MAYO/JUNIO 2007. Enric Satué.

Sin duda, habrá mucho que decir por vía escrita e impresa en una comunidad que ostenta el cuarto lugar entre las lenguas más habladas en el mundo, con 400.000.000 de hispano-hablantes y expectativas de 535.000.000 para 2030.

De modo que no es extraño que la industria editorial española se muestre, aquí y ahora, con una potencia comercial y cultural que supere en peso cuantitativo al cualitativo, aunque no hasta el extremo de pasar inadvertido.

En este contexto, el diseño de cubiertas podría suponer un concepto delicado si no fuera por la pista que dio Elías Canetti para diseñarlas bien, aquí o en Lima.

Refiriéndose a la pequeña editorial para la que trabajaba como corrector, consignó: “Un autor que él publicara (se refería a su combativo editor) no pasaba inadvertido, cosa imposible a causa de las cubiertas que le diseñaba su hermano”.

He aquí la pista a seguir de ahora en adelante en nuestro quehacer creativo. Actuando en consecuencia, la consigna es no ceder al influjo de formas gratuitas, llamativas, diferentes o rompedoras porque sí, sino hacer los imposibles para que las cubiertas no pasen inadvertidas. A los sentidos o a la razón, se entiende, o mejor todavía, a la razón y a los sentidos. Algo difícil de lograr si uno no se llama Heartfield, desde luego, pero seamos ambiciosos y no nos conformemos con llamarnos solamente Pérez.

Ahí están, por cierto, algunos Pérez que no han pasado inadvertidos al mundo, como el inmortal Pérez Prado, Pérez Esquivel, Pérez Rubalcaba, Pérez Enciso, Pérez Reverte, Pérez Burrull o Pérez Sánchez (América para el diseño).

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Álvaro Sobrino. Diseñador gráfico, periodista y editor.
Mantiene una columna en la revista VISUAL, con el nombre de Crónicas de Pseudonimma, donde recoge opiniones de otros y las suyas propias acerca de la actualidad del diseño español.