Este blog está discontinuado

Hola. Este blog ya no se actualiza. Pero me pareció bien que todo este material siguiera estando ahí. Por si alguna vez alguien quiere leerlo, y por contribuir a la basura informática.
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29.11.08

Dimad, mezquinos y cicateros




Mezquinos y cicateros, no puede calificarse de otro modo. Ayer me acerqué a la inauguración de la exposición de Daniel Gil y el mexicano Alejandro Magallanes, en la Galería Roberto Resino y dentro del programa de la Bienal Matritenseamericana de Diseño, como la llama X. Alguien que estaba conmigo me comentó: “Si Daniel estuviera aquí, nos echaba a todos a bastonazos”.
Daniel era muy crítico y exquisito con su trabajo. Como cualquier artista tenía su ego, pero lo administraba sabiamente. No le entusiasmaba el figureo y era exigente con la utilización de su trabajo. No se hicieron muchas exposiciones de su trabajo mientras estaba vivo.
La exposición está en una sala de apenas cincuenta metros cuadrados, con tres paredes útiles, y una cuarta de fachada. Poco para un autor, mucho menos para dos. Ignoro con qué criterio en un espacio tan reducido se pretende que convivan los trabajos de dos autores sin que pueda relacionarse, comparar ni contrastar lo que hacen. Las piezas de Daniel están a tamaño, esto es, el del libro de bolsillo, presentadas en unos paspartús roídos y amarillentos, sin enmarcar. Se hace difícil imaginar una presentación más denigrante. Compiten con los carteles de Alejandro, magníficos por cierto, dignamente enmarcados. También están a tamaño, 50x70, 70x100… Son viscerales en el color, en el trazo y en los conceptos. Ni haciéndolo a mala idea hubieran encontrado un material que eclipsara tanto el trabajo de Daniel, mucho más sutil. Hubiera estado bien una exposición digna, ni siquiera hubiera hecho falta un despliegue enorme: un espacio suficiente, una enmarcación mínimamente digna, y sobretodo, sin zancadillas. Ponerle de telonero es un insulto a la inteligencia. Y es indecente. En los discursos, oír al director de la Bienal agradeciendo su generosidad a Magallanes al ceder espacio a la obra de Daniel ha sido patético e indignante. ¡Pero si no se ha visto en otra así!. Porque se pongan como se pongan, Daniel es el cabeza de cartel, y el que atraerá publico. Otra cosa es que la puesta en escena parece estudiada para trocar las tornas. Sus motivos tendrán. Mezquinos y cicateros. Cualquier escuela, cualquier grupo de alumnos hubiera hecho más para una exposición de Daniel. Ellos han tenido los dineros y las subvenciones, les ha faltado el criterio. Sospecho que ayer se gastó más en el catering -¡cómo les gusta el canapeo!- que en el montaje expositivo. Se han servido una vez más, la enésima, del nombre de Daniel para su beneficio, sin aportar nada. [publicado en soitu.es, el 29 de noviembre]

28.11.08

La memoria visual de todos

Hace unos días contaba que había subido a Flickr las cubiertas que tengo de los libros que diseñaba Daniel Gil.
He consultado a algún amiguete picapleitos acerca de si esto es legal, y quien podría oponerse.
Por un lado me cuentan que siendo realizadas estas portadas estando Daniel ligado laboralmente a Alianza, son éstos quienes detentarían los derechos económicos. Al tratarse de objetos seriados y que de cada uno se pusieron miles de ellos a la venta, es difícil alegar que se perjudica la explotación.
Otra cosa es que se vulneraran los derechos morales del autor, aunque no parece, no hay deseo de denostar y la recopilación es respetuosa.
Llegados aquí, y a sabiendas de que en cualquier momento puedo ser requerido a retirarlas porque poseer los libros no me da derecho a mostrarlos… ¿a quién beneficiaría su retirada? ¿alguien está viendo perjudicado algún interés por el hecho de que ahí estén para su estudio y su disfrute?. Aunque sin reflejo en las leyes, es difícil discutir que no exista una memoria visual colectiva que, en su conjunto pertenece a todos, aunque sea un intangible. Esas cubiertas serían una parte de esa memoria, que al no tener carácter jurídico no puede ser defendida, pero sí atacada. Me refiero a que la sociedad tiene la obligación de preservar el patrimonio cultural común, y está claro cuando se trata de edificios, esculturas o pinturas. Mucho menos en el caso de la literatura, la inmensa mayoría –se habla del 80 por ciento– de los textos de los autores de los últimos cien años no son accesibles pues sus ediciones han sido agotadas. Son las obras huérfanas y descatalogadas. Algunas leyes empiezan a ser modificadas para reparar este enorme error, y cuando se trata de autores clásicos que ya han pasado al dominio público esto está siendo subsanado mediante importantes esfuerzos de digitalización por parte de bibliotecas y organismos públicos. ¿Y qué sucede con el diseño? ¿No merece también esfuerzos de preservación y promoción?. Hay iniciativas pero con escasos recursos: el entusiasta museo virtual de Albert Isern, la FCG/Fundación para la Comunicación Gráfica, la Fundación Signes y su programa “¡al rescate!”, etc. Algunos museos de Artes Decorativas comienzan a detraer una mínima parte de su presupuestos, más dedicados a la artesanía en el sentido más rancio, para empezar a prestarle algo de atención, de momento testimonial, al diseño. Las idas y venidas del proyecto (o proyectos) del Museo del Diseño han sido frustrantes, en la medida que los avances, o habría que decir, las promesas y expectativas de avances, han resultado ser mucho más bombas de humo encaminadas a desactivar o retrasar otros proyectos alternativos que realidades en el tiempo, con el correspondiente presupuesto detrás.
Y mientras tanto, superados por los acontecimientos, asistimos a un nuevo museo enorme e imparable, la red, donde frikis, coleccionistas, amantes del diseño, estudiosos y estudiantes, cumplen con esa función de documentación, preservación y catalogación de un modo desordenado, caótico y no siempre riguroso. Y lo hacen desinteresadamente. No tardaremos en darnos cuenta de la importancia de esa labor. No precisan de ayudas y subvenciones, basta con que se les deje trabajar. Ojalá así lo entiendan los responsables políticos, el Ministerio de Cultura, y algún día también las entidades de gestión, que hoy son sus depredadores por naturaleza.

26.11.08


Si eres tonto, en tu casa no tienen botijo

[publicado originariamente en soitu.es, el 24 de noviembre] "Si eres legal, eres legal". Tamaña audacia, destinada a pasar a la historia de la redacción publicitaria, encabeza la nueva campaña del Sindicato Contra el Acceso a la Cultura, al que algunos llaman Ministerio de Cultura. Y lo malo es que la pagamos todos. La reivindicación de la © de copyright, que se convierte en una cara sonriente, es el eje gráfico de la campaña.
Resulta sonrojante que desde el Ministerio se reivindique una palabra que ni siquiera existe, aún, en nuestro idioma, y un concepto que nuestra legislación no contempla. Si buscamos copyright en el diccionario de la RAE nos remite al avance de la 23ª edición, en la vigente no existe. Y allí aparece en cursiva, sin definición, con un enlace a "derecho de autor". No intenten buscar copyleft, no la van a encontrar. [seguir leyendo]

23.11.08


Cierre de la Riviera

Una malísima noticia para la cultura madrileña. Gallardón ha iniciado una caza de brujas para sacudirse la responsabilidad, que la tienen él y los suyos, en el fallecimiento de Alvaro Ussía, ese muchacho a quien unos matones a los que dan en llamar “personal de seguridad”, maldito eufemismo, apalearon presuntamente a la puerta de una discoteca hasta causar su muerte.
Gallardón es ese hombre gris para quien la cultura no existe. Allá por donde pasa, primero fue la Comunidad y ahora el Ayuntamiento, cambia los departamentos de Cultura y los llama “de las artes”. Las artes son de los artistas, y el arte es subjetivo y prescindible. La cultura lo es de los ciudadanos, y objetiva. Por eso no le gusta a Gallardón. Su promoción de las artes es casi siempre la de los paniaguados, mediocres, innecesarios, los amiguetes, eso es lo que le gusta a Gallardón. Para él, la cultura es mercado. Y por tanto, negocio. Y el negocio es siempre de los que tienen, para que tengan más. Pero no de los ciudadanos.
Madrid es cada día más aburrido, señor alcalde.
Primero fue el “guateque” de extorsión y esquilme que desde el Ayuntamiento se hacía a los empresarios a cuenta de las licencias de actividad. Cuando le pillaron, propuso la solución de privatizar la concesión de licencias, eso sí que es sacarle partido a los propios errores.
Hoy nos cierran la Riviera, Moma, el But y Macumba. No consta que de un día para otro la situación de sus licencias haya variado, lo único que está peor después del triste fallecimiento del muchacho es la credibilidad de don Alberto y sus concejales. Y eso es lo que motiva los cierres.
En todos los casos, el motivo es la irregularidad burocrática, relacionada con las licencias. Es curioso, no ha ido a por los locales que acumulan denuncias por violencia, discriminación xenófoba, tráfico de drogas o venta de alcohol a menores. No, como se trata de una medida para lavar su imagen, hay que ir a por los locales emblemáticos. Y si por el camino nos llevamos por delante algún templo de la cultura, no importa, porque esa cultura no es la que le gusta al alcalde para los madrileños. Porque el alcalde sabe bien lo que es bueno para los que vivimos en Madrid, aunque no le entendamos.
La Riviera llevaba abierta desde 1964, cerrarla de un día para otro argumentando problemas de papeleo no es admisible. Sobretodo porque los problemas de papeleo y licencias en Madrid todos sabemos a qué se deben: una inoperancia de los funcionarios a la que se suma una manifiesta “falta de generosidad” de los empresarios, que no ayudan al negarles una coima que siempre ayuda a engrasar los expedientes.
Hoy es un día triste para los que hemos disfrutado tantos años de los conciertos en La Riviera. Un día triste, en un Madrid cada vez más triste.

20.11.08


Cuatrocientos

¿Se acuerdan del Toni Leblanc y Antonio Ozores, haciendo el timo de la estampita?. Pues hoy me he acordado, viendo el telediario. Supongo que le pasará a más gente, a mí cuando hablan de dinero las cifras a partir del millón de euros, como que se me pierden. Por ejemplo, los cinco mil millones que el Gobierno ha puesto a disposición de los pobres banqueros, y de los que hoy han dispuesto en parte (dos mil cien millones, creo). ¿Cuánto son cinco mil millones de euros? No me refiero a pasarlo a pesetas, sino a qué equivalen, qué se podría hacer con ellos. Y también, ¿a cuanto tocamos? Leo por ahí que se prevén 18.525.000 declarantes para la campaña de la renta de este año. Quitemos a los jubilados de base, que bastante tienen con lo suyo, y a los precarios. Supongamos que quedan unos doce millones de contribuyentes reales (falacia: me estoy dejando fuera los impuestos indirectos, que no distinguen. Pero es que si no se me jode el argumento). Dividimos y nos sale que cada uno aportamos unos cuatrocientos eurazos para tan noble causa. Oiga, que yo con ese dinero hago muchas cosas. Y ahora que lo pienso… ¿no fueron cuatrocientos euros los que me regalaron porque no había crisis para que les votara?. Pues que poquito nos han durado, para mí que nos han hecho un trile en toda regla.

anniechristian

Hace unos días escribimos y reseñábamos aquí Edu y yo un artículo en soitu.es sobre el reciente concurso para el logotipo de la Presidencia Europea, convocado entre estudiantes de diseño. Ha suscitado comentarios interesantes, pero me ha llamado la atención uno. Tanto que me lo apropio indebidamente, espero que no se moleste, lo suscribo plenamente y envidio la lucidez con la que afronta el tema. Es de anniechristian, que tiene un blog interesante que sigo desde hace tiempo. Me gustaría escribir tan sintético y preclaro como lo hace ella. Juzga tú mismo:

Cuestión de lógica:

¿Por qué a un estudiante se le llama estudiante? Porque aún está estudiando las habilidades y conocimientos que le convertirán en un profesional. ¿Qué es lo que se encarga? Un trabajo profesional, con su uso, exposición y servicio a un público y un cliente. Eso no quita que un estudiante particular pueda ser superior a un profesional particular, pero bajo esas reglas llegaríamos a conclusiones tremendas en cualquier sector.

Cuestión de normas:

Un diseñador paga a Hacienda unos impuestos al mes por la simple posibilidad de tener derecho a trabajar en su sector, luego la lógica nos dice que todas aquellas personas que no pagan esos impuestos no deberían tener derecho a acceder a los trabajos de ese sector.

Cuestión de responsabilidad:

Si se defiende que estos concursos sean cosa de profesionales, también se está defendiendo a los actuales estudiantes -que ahora creen verse perjudicados por algunas opiniones-, que una vez salgan de las escuelas verán como sus compañeros de posteriores promociones y menos preparados que ellos optarán a trabajos para ellos vedados.

Cuestión de respeto a los estudiantes, estudios y profesores:


Simplemente, considerar que un trabajo que representa al país estará mejor en manos de un estudiante que de un profesional significa negar el valor de los estudios, de los estudiantes y de los profesores y concederlo todo a la potencialidad del estudiante. Si se considera la posibilidad de que los estudiantes de primero de diseño están, en general, capacitados para la correcta realización de un trabajo profesional... ¿qué sentido tienen el resto de cursos? ¿y si lo llevamos al extremo de considerar que un estudiante de primero ya lo es cuando pisa el primer día el aula... el acto de matricularse dota de conocimiento?

Respeto al diseño:

En general, muchos de estos concursos no son más que actos promocionales y que se excusan en una mal entendida idea de democracia. Las bases nada suelen explicar de objetivos, intenciones, usos... el resultado se convierte en un dato: "se han presentado 6.000 propuestas", salen más baratos, por lo que trabajan en contra de la profesión... en fin, en este aspecto hay para dar y tomar.

Y lo dejo, que he tirado un buen ladrillo.


en soitu.es, por anniechristian el 20/11/08 a las 10:34

Miércoles 26 de noviembre, a las 19.30h
Visual. C/ Abtao, 25. Interior, nave C (entrando por el paso de carruajes)
Entrada libre

Protagonista: El Libro
En esta ocasión no hay invitado, el protagonista es el libro. Justo un día antes de que se reúna el Jurado de los Premios Visual de Diseño de Libros, podremos ver y comentar todo el material presentado: Libros de arte, de fotografía, libro infantil, libros ilustrados y narrativa… los mejores libros editados durante el año. Podremos disfrutar de ellos y debartir sobre el diseño editorial, sus necesidades, sobre el futuro del libro, sobre las editoriales y su manera de contratar diseño.

MAD_CL_07

Esta es la séptima sesión de Chill Laus Madrid, unos encuentros para diseñadores gráficos que tienen lugar la última semana de cada mes. No son conferencias ni talleres. Son una excusa para vernos las caras y saber qué estamos haciendo los diseñadores gráficos. Ven, pregunta y opina. No lo encontrarás en ningún otro lugar.

19.11.08

(publicado originariamente en Soitu.es, el 19 de noviembre)

¿Se dejaría López Garrido operar por un estudiante de medicina?

Un certamen abierto entre estudiantes servirá para elegir el próximo logotipo de la Presidencia española de la Unión Europea. Después de que el concurso para la imagen del Gobierno de España lo ganara un participante que presentó el identificativo del gobierno alemán, llevándose doce mil euros por ello y sin que su propuesta llegara a aplicarse, hay que cuestionar de nuevo que estos concursos indiscriminados sean la fórmula para resolver este tipo de necesidades de diseño.

No aprenden o no tienen memoria. Hace un año, Juan Repullés ganó el concurso para elegir el identificativo del gobierno español, con una propuesta que consistía en cambiar los colores de la bandera del equivalente alemán. Lejos de descalificarle, recibió la dotación y fue llamado a un segundo concurso, éste restringido y remunerado, para buscarle alternativa a su repullazo. (seguir leyendo)

16.11.08

premios nacionales

Ha acabado el proceso de nominaciones. Ahora toca la labor al "comité intermedio", que hace la primera criba, y le tocará después al jurado decidir.
A mí el Premio a la Empresa cada vez me interesa menos. Si analizamos los premiados anteriores, vemos que hay una cadencia hacia las empresas de muebles y objetos, pero ya lo tienen todas las que lo tienen que tener, incluso alguna que no está tan claro que lo mereciera y que afea la muestra. Desde el ministerio ha habido siempre una cierta presión por las grandes empresas exportadoras, y no voy a volver a hablar del affaire de Talgo de hace unos años. Así, habría que abrir una nueva vía. Yo quiero proponer una: el Premio al diseñador se dá a una persona, a lo sumo dos que trabajen juntas, aunque en muchos casos hay un estudio detrás más o menos grande. Y sin embargo hay empresas de servicios de diseño que merecen ese premio, pero al no existir una cabeza visible (muchas veces por la generosidad del líder, que renuncia a poner su nombre al del estudio) no "optan" a premio. Se me ocurre en primer lugar SUMMA, pero también Morillas Brand Design, Addison España, o Vasava, y saldría una lista de cuatro o cinco nombres más. ¿Porqué no empezar a darle el premio a la empresa a esos equipos?; entre otras cosas, con esta fórmula se evitaría la duplicidad que supone el Principe Felipe a la Excelencia Empresarial en Diseño.
Respecto al premio a los profesionales, se impone rebajar de nuevo la barrera de la edad, como se hizo con Isidro Ferrer, no sin críticas por ello. En la frontera de los cuarenta hay unos cuantos grandes diseñadores que han adelantado a sus mayores, y que sin embargo se quedan fuera de la terna por "jóvenes". Menudo atraso. Y también habría que rebuscar entre los activistas: Juli Capella, Albert Isern, Ramón Úbeda y tantos otros que a su trayectoria profesional unen los esfuerzos por dignificar y promover esta profesión. Eso, lejos de ser una ventaja, en un handicap para alcanzar el premio.
Y queda el tema eterno de la dotación. Con ministerio de nuevo cuño, presupuestos desde cero, ahora sería el momento. Esperemos que no se pierda la oportunidad.

14.11.08

Patosos que sois...

Al final, lo que se publica en este blog, y en la mayoría de los blogs, no deja de ser un divertimento para cuatro colegas que lo leen, no va más allá. Pero tiene gracia cuando los que lo leen son precisamente los aludidos, y se ponen nerviosos. Anteayer comentaba que a doce días de la Bienal (hoy ya son diez) seguía y sigue sin conocerse el programa. En la página oficial había un enlace a la programación, pero al pulsarlo sólo aparecía una ventana en la que podía leerse "Programación: se publicará en breve". Hoy el enlace ha desaparecido, ya no se puede llegar a ella. Pero ha habido suerte, en el histórico de mi Firefox, ahí estaba la URL. Y al introducirla veo que el "se publicará en breve" ha sido sustituido por un intrigantísimo "Acceso denegado. Usted no está autorizado para visitar esta página". O sea, la página existe, pero no se autoriza a visitarla. ¿Y para qué existe, si ya no hay un enlace desde el que poder llegar?. ¿Publicarán el programa alguna vez, o esto es una fiesta sorpresa y el que no se entera soy yo?. Y si publican el programa, ¿reaparecerá el link perdido?.
El oficio de bloguero es sacrificado, pero estas satisfacciones compensan, es divertido.
Supongo que lo cambiarán pronto, pero si te das prisa, quizá aun lo pilles pulsando aquí. De todas formas, dejo, para que conste, el pantallazo.

[ACTUALIZADO el 16 de noviembre] A una semana de su inicio, por fin aparece el programa de la Bienal, y reaparece el enlace perdido.

12.11.08

Del qué hay de la Bienal al quehaydelomío

Durante todo este año el dinero para la promoción del diseño ha sido escaso, la excusa era perfecta: no, este año se lo lleva casi todo la Bienal. Hoy es 12 de noviembre. Dentro de doce días empieza, se supone, la Bienal Iberoamericana de Diseño en Madrid y aun no se ha hecho público el programa, nadie sabe en qué consiste. A los que vengan del otro lado del charco, con el viaje pagado desde hace meses, les tiene que estar haciendo una gracia no saber a qué vienen, cuál va a ser el programa, ni siquiera si habrá programa ¿habrá Bienal?...
Hay expertos en pedir dinero, y expertos en gestionarlo bien y sacarle partido. Lo malo es que a estos segundos nunca les llega, porque para eso hay que saber moverse por los despachos.
Es hora ya de decirlo claro: a esa casta de arribistas, siempre los mismos, doctorados del salir en la foto, del cafelito y del quehaydelomío, deberían empezar a cerrárseles las puertas. Hay gente con iniciativa, creativa, capaz, haciendo cosas y haciéndolas bien, sin necesidad de moverse por la corte. La labor de los que gestionan los dineros del presupuesto debería ser encontrarlos y apoyarlos, porque así lo harán mejor. Pero la cosa no funciona así, es más fácil seguir esperando a los de siempre, sentaditos en el despacho oficial, que vengan y les hagan la rosca, porque qué bien hacen la rosca los mediocres, ¿verdad?

5.11.08

Qué grande este decálogo de mi amigo Enric Jardí. Podía haberlo enlazado, pero como se lo traduje yo (el tío escribe en catalán), supongo que me da derecho a apropiármelo y calzarlo aquí. Merece la pena.

Decálogo del diseñador concienciado

1
El diseño es para todos
El estilo no puede nunca anteponerse a los criterios de usabilidad. La forma sigue a la función. Hay que hacer que las cosas sean fáciles para el lector, el viandante, el pasajero, el consumidor.
(Por eso los diseñadores gráficos siempre escogemos las letras más adecuadas, y nunca los alfabetos de difícil lectura aunque estén de moda. Jamás los aplicamos en cuerpos pequeños: los empleamos en grande y con los colores adecuados para que todo el mundo pueda leerlos.
No diseñamos páginas con jerarquías confusas. Por ejemplo, no situamos nunca los pies de foto lejos de las ilustraciones o en la parte final de la obra, no ponemos elementos innecesarios, escogemos formatos y encuadernaciones manejables, archivables y que duren en el tiempo. Diseñamos siempre pensando en hacerlo todo cómodo para todo el mundo.)


2
El diseño tiene que ser sostenible
Sólo tenemos un planeta y la especie humana está malgastando los recursos con un consumo descontrolado.
(Por eso rechazamos encargos donde nos proponen soluciones poco sostenibles o tiradas excesivas. No aceptamos diseñar productos absurdos como los libros de “mesa de café”. Nunca diseñamos con formatos caprichosos, fuera de los estándares en los que se optimiza el consumo de papel. Tampoco diseñamos para imprimir tintas especiales, barnices, laminados contaminantes o no reciclables.
Últimamente apenas diseñamos papelerías comerciales ya que sabemos que el 90% de la comunicación se realiza a través de mensajería electrónica.)


3
El proceso es lo importante, no el resultado
Ama el proceso. Los errores son un punto y seguido mientras que un acierto es un punto final, es paralizante.
(Por eso los diseñadores estamos siempre dispuestos a realizar cambios en los proyectos ya aprobados, somos muy flexibles.)

4
El éxito es aburrido
No busques la fama, busca el progreso. Aprende a creer en los proyectos colectivos más que en el prestigio personal. No antepongas tu carrera a la solución satisfactoria de un encargo.
(Por eso pocas veces olvidamos firmar nuestros trabajos, y que firmen todos los que han colaborado, del primero al último.
Nos apasiona compartir secretos profesionales con otros colegas para que avance nuestra profesión. Y cuando nos presentamos a premios de diseño lo hacemos para mostrar un buen trabajo sin que importe quién lo ha hecho, y colaborar así en el
desarrollo de nuestra actividad; en ningún caso lo hacemos para ponernos medallas.)


5
Adáptate al entorno
Observa a tu alrededor y captura los accidentes, el azar es importante. Valora lo que ya está hecho y lo que funciona. No pretendas imponer siempre tu punto de vista.
(Por eso nunca marginamos los diseños que no hemos hecho nosotros. Somos respetuosos con las marcas ya implantadas, la heráldica, las pautas y las normativas. Siempre nos gusta colaborar con otros diseñadores. No nos supone un problema tener que aplicar logotipos, paletas de color y sistemas que han decidido otros. Y al mismo tiempo, tener que hacer normativas y manuales de uso no nos gusta nada. Nada de nada.)

6
El diseño alberga un sentido social
Los diseñadores somos importantes en la toma de decisiones de los procesos de consumo. Podemos actuar a favor de un mundo más justo y solidario. Nuestra labor va más allá de ordenar palabras e imágenes, y no debemos diseñar aquello que no merece la pena ser leído.
(Porque el diseño gráfico no se encuentra en el corazón mismo de los mecanismos de consumo. Los diseñadores no colaboramos nunca con el marketing, la publicidad y el desarrollo de marcas para productos y servicios innecesarios. Nos repugnaría, por ejemplo, que nos pidieran que trabajásemos para una multinacional de productos deportivos que explota mano de obra infantil en el tercer mundo.
Y cuando una guerra estalla en un lugar lejano, fruto de las desigualdades provocadas por el saqueo constante que occidente ha ido practicando en esos países, los diseñadores gráficos… organizamos una exposición colectiva de carteles: ¡Que aprendan esos gobernantes!)


7
Inventa
Cada encargo es un mundo. Cada idea tiene que ser original. El camino que otros han hecho antes no tiene por qué ser bueno para ti. Invéntate a ti mismo. Las ideas preconcebidas son paralizantes.
(Por eso a los diseñadores no nos gusta nada que los clientes sean tan poco originales, que estén siempre pendientes de la competencia. Y es que los diseñadores no copiamos nunca. Acaso, en ocasiones, hacemos homenajes.)

8
No al estilo
El estilo es una flaqueza humana. Lo importante es el concepto.
(Por eso odiamos los filtros de PhotoShop (especialmente cuando ya hace tiempo que han pasado de moda), las tipografías más novedosas, los colores de moda. En definitiva, odiamos las tendencias. Nuestra obra, vista con la perspectiva de los años, es atemporal y duradera.)

9
Todos somos autores
Todo creador tiene derecho sobre su obra. No dejes que los clientes abusen de tus obras indefinidamente. Exige respeto por aquello que es tuyo.
(Por eso los diseñadores nos quejamos de que los clientes no compren las tipografías y el software que les demandamos. Porque nosotros nunca jamás hemos utilizado software pirata. Ni nos hemos descargado ilegalmente música y películas de internet. Porque respetamos a los autores.)

10
Haz preguntas
Escucha con atención. Investiga a fondo, explora los márgenes. Mira allá donde nadie ha mirado.
(Por eso respetamos siempre la opinión del cliente. Sabemos que, en el fondo, es quien mejor conoce el producto. Nunca decimos que es un ignorante, o que no sabe lo que tiene entre manos. Nunca le colocaríamos algo hecho con prisas. Y nunca utilizaríamos una idea rechazada anteriormente para un nuevo proyecto: cada proceso es único.)
Álvaro Sobrino. Diseñador gráfico, periodista y editor.
Mantiene una columna en la revista VISUAL, con el nombre de Crónicas de Pseudonimma, donde recoge opiniones de otros y las suyas propias acerca de la actualidad del diseño español.