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10.2.10

Rodrigo Rato y el verde "puticlú"


Hoy he recibido una carta de Rodrigo Rato. Rodrigo nunca me pareció el peor de los políticos, quiero dejarlo claro. Que sus ideas no estén ni remotamente cerca de las mías, no quita para que le reconozca que no nos fue muy mal cuando manejaba nuestra pasta. Y me parece un tío serio y coherente, y eso, por escaso, hay que valorarlo en un animal político. Ahora es por fin amo del cortijo de Caja Madrid. Le felicito por ello, supongo. Aunque me decepciona que, visto el proceso y las intrigas, no los haya mandado a esparragar a todos. Él sabrá.
Lo primero que me ha llamado la atención es que el logo no está en ese verde puticlú que identifica a la entidad, sino en dorado. No se lo reprocho, yo habría hecho lo mismo: "si el verde es el color de la Esperanza, yo de esa hijaputa no quiero ni el color", habrá pensado. Y le doy la razón.

Me apetece contestarle. Como la carta es pública –mi santa y mi amigo Ricardo también la han recibido, y es igual, o sea que aunque vaya a mi nombre, es pública– yo voy a hacerlo aquí, para que sea también pública mi respuesta. Allá voy.

+++
Estimado Rodrigo:

Yo no soy cliente de tu caja, soy prisionero. Tengo una cuenta que no uso desde hace al menos un lustro. Pero no hay manera de cerrarla. Lo he intentado todo. Llamo para decíroslo, mando faxes, pero me contestan que tengo que ir personalmente a decirlo. Yo no soy mentiroso con las personas, pero creo que a las empresas sí es lícito mentirles. Porque ellas no son tampoco muy sinceras, eso lo sé por los años que trabajé en publicidad. Forma parte del juego. De verdad que lo he intentado. Me inventé una extraña enfermedad por la que llevaba años sin salir de casa, les dije que vivía en Nueva Zelanda y no me pillaba cerca la calle Fuencarral... pero mis esfuerzos han sido en vano.

En todo este tiempo, tu caja me cobra puntualmente una pequeña cantidad de mantenimiento, que por cierto no me cobraba cuando yo era "cliente". Hasta ahí todo normal, supongo que lo hacéis todos los bancos, forma parte intrínseca de la usura que os da sentido y razón de ser. Más llamativo es que cuando los números rojos empiezan a abultar, vosotros mismos, sin mi permiso, me hacéis un ingreso en la cuenta para dejarla a cero. A mi edad, ya he aprendido que los bancos no regalan el dinero. O sea, que me escama.

Me escama porque para eso, sería más fácil no cobrarme nada. Me escama porque como venga un día Hacienda, que tú de eso sabes, no sé como les voy a explicar que esos ingresos no son de verdad, no corresponden a nada. Me escama porque si eso lo hacéis con todos los prisioneros debe ser un pastón... ¿como lo justificáis? ¿lo declaráis como pérdidas? ¿se lo escaqueáis a los accionistas? intrigado me tiene el asunto.

Me escama también el no saber si ese dinero es de regaliz u os lo debo y un día vendréis a pedírmelo. Por ello, en todo este tiempo me he cuidado mucho de abrir otra cuenta, no vaya a ser que del mismo modo que graciosamente ahora me ingresáis dinero, os dé por querer recuperarlo y lo trinquéis de mis ahorros. Y con ello, llegamos a lo paradójico del asunto: no es sólo que no soy cliente vuestro, como pones en el encabezado, sino que no voy a serlo nunca, porque me dais un poco de miedo. Hombre, nunca no. Si quieres hablamos y lo aclaramos. Me basta con que me llames por teléfono, no hace falta que vengas personalmente a verme: yo no soy un banco, claro.

Un afectuoso saludo, tu seguro prisionero,

A.

3 comentarios:

Gorka dijo...

A nosotros nos pasó "parecido" con una cuenta de CajaMadrid: la abrimos en una sucursal que luego nos pillaba "un poco mal".
Si intentas cancelar la cuenta desde otra sucursal, en teoría no se puede.
Solución: Oiga mira, que quiero cambiar la sucursal de esta cuenta a la vuestra.
Es un cambio instantáneo.
Una vez efectuado el cambio, a cancelar. Se puede hacer todo seguido el mismo día.
Lo sé por experiencia propia.
También sé por experiencia que la persona que te atienda se va a enfadar, y puede que hasta te insulte.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Pels dijo...

Da gusto navegar sin rumbo fijo por la red y encontrarse con una entrada como esta.
Muchas gracias

Por cierto, Gorka, me encanta el método para dar de baja la cuenta en otra oficina. A ver si tengo lo que hay que tener y lo hago con otra entidad que que está jod…

Álvaro Sobrino. Diseñador gráfico, periodista y editor.
Mantiene una columna en la revista VISUAL, con el nombre de Crónicas de Pseudonimma, donde recoge opiniones de otros y las suyas propias acerca de la actualidad del diseño español.