En abstracto, una Federación de Asociaciones no es una mala idea. A lo largo de las dos últimas décadas se ha intentado en varias ocasiones. Muchas veces instigados por el difunto Ddi, que tenía la obsesión de que hubiera un interlocutor único. "Un ministro no va a recibir a quince asociaciones por separado", solían decir. El problema es que ellos estaban muy interesados, convocaban las reuniones... pero a la hora de la verdad, no ponían la pasta. Y para que eso funcionara, hacía falta pasta, y las asociaciones no la tenían y siguen sin tenerla.
Personalmente no creo mucho ni en la necesidad ni en la viabilidad. Me atrae mucho más la fórmula del FAD –quizá porque la vivo muy cerca– donde cinco asociaciones multidisciplinares –arquitectos, industriales, gráficos, artistas y artesanos, y moda– comparten recursos comunes, espacios, y del roce surge el cariño y del cariño la transversalidad, maldito palabro, con beneficios tangibles. Y con ello, la proyección pública del diseño sin etiquetas es mayor.
Si para algo ha de servir una asociación de asociaciones es para transmitir a la sociedad mensajes claros y contundentes cuando hace falta, para lo que de manera individual y por separado no tienen ni recursos ni potencial mediático. Y el concurso del identificativo de Madrid2020 era una oportunidad excelente. Para hacerlo y para que READ estuviera por fin en el mapa.
Si en un par de semanas ocho asociaciones fueron capaces de emitir un comunicado conjunto con bastante repercusión, READ ha tardado cinco más en conseguir consensuar el suyo. Podrían haberse sumado al primer comunicado –se intentó– pero la oposición de la asociación madrileña lo hizo imposible. Mientras en redes sociales y mentideros a Dimad se le venía exigiendo que hiciese pública su posición, al fin y al cabo se trataba de la candidatura de su ciudad, ellos preferían dejar pasar el tiempo y eludir tener que afear la conducta a su Ayuntamiento. Al final, lo más parecido a una toma de postura sería este tibio comunicado, que evita posicionarse para matar al mensajero. Mejor hubiera sido que no se hubiera producido, de él solo pueden extraerse algunas conclusiones:
Que READ es un muerto antes de nacer. Algunas asociaciones tendrán que explicar, si quieren, la incongruencia de apoyar dos manifiestos tan distantes y casi contradictorios.
Que las asociaciones de READ prefieren extenderse sobre asuntos ya ampliamente tratados sin aportar nada nuevo, con tal de no molestar a los políticos (o a las asociaciones que no quieren que se moleste a los políticos).
Que ha sido tanto el celo por no molestar en el redactado, que si nos atenemos a la literalidad del texto, es simplemente escandaloso. Este es el único párrafo en el que se alude a la identidad de la candidatura olímpica:
La READ quiere manifestar su preocupación por la polémica surgida en torno al logotipo para la Candidatura de Madrid como Ciudad Aspirante para los Juegos Olímpicos de 2020 y expresar su profundo malestar por el daño que está ocasionando a la comunidad de diseñadores.De este parrafo sólo puede deducirse:
Desde la experiencia profesional, las asociaciones de diseñadores pensamos que la polémica no beneficia a la candidatura olímpica de Madrid ni a la imagen del diseño de nuestro país.
Que lo que preocupa no son los hechos en sí, sino la "polémica surgida" alrededor de esos hechos. Extraña y política manera de verlo: no importa que esté mal mientras que no se enteren los medios y no se genere polémica. Esta actitud, muy propia de los políticos, es inaceptable en los responsables de las asociaciones.
Que READ dé por válido que esta polémica genera un daño a la comunidad de diseñadores es preocupante. E incongruente si tenemos en cuenta que de las cinco asociaciones de READ, tres firmaron el comunicado que supuestamente encendió esa polémica.
En ningún caso se especula con la posibilidad de que el error haya estado en el proceso ni que el resultado sea malo, la culpa es de "la polémica" y de quienes la suscitan.
Ciertamente, es infumable. A nadie escapa las ganas que había dentro de READ de poder firmar algo conjunto para que se sepa que existen. Pero se ha cedido mucho a quien no quiso ponerse a tiro antes, en el comunicado que sí firmaron ocho asociaciones sin necesidad de paraguas. Tanto, que quien queda en entredicho ahora es READ.
Entretanto, la polémica ha amainado como sucede siempre. READ queda tocado, quienes sólo querían valorizar su silencio parece que lo consiguen y la vida sigue. Y esta vez sí, el daño colateral vuelve a ser el diseño madrileño. Pero no pasa nada, nos gastamos la pasta en promocionar el diseño francés aquí y se nos olvida enseguida.