Rajoy dice que no van a subir el IVA. Se da por hecho que lo que harán es "subir" de categoría determinados productos y servicios, quitarles esa protección que llamamos IVA reducido y superreducido. Es la medida más injusta.
Tomemos como ejemplo dos productos que si nada lo remedia subirán de categoría, los yogures y las gafas graduadas.
Vamos a tratar de hacer una comparativa, y para ello, tomaremos dos ejemplos. Uno puede ser usted, amigo lector. El otro, Emilio Botín, ese banquero.
Aquí se consume diez kilos de yogur por persona y año. Pongamos que usted come ocho kilos, y Botín –que tiene pinta de tripero– doce kilos.
Pongamos que usted come yogures baratitos de marca blanca. Y el señor Botín, los mejores del mercado, esos que vienen en vasija de arcilla: cuestan el triple.
Así, al señor Botín la subida del IVA de los yogures le va a suponer 12X · 3 = 36X
A usted, 8X · 1 = 8X
O lo que es lo mismo, esa subida del IVA en términos absolutos, le va a suponer 4,5€ al banquero por cada euro que le cueste a usted. Pero usted no gana una cuarta parte de lo que gana Botín, ¿verdad?
Una operación parecida podríamos hacer con las gafas graduadas. Aunque don Emilio gaste unas gafas carísimas, y tenga bastantes más pares que usted y que yo, proporcionalmente a nosotros la subida nos afecta muchísimo más. ¿Por qué sucede esto? sencillamente, porque los productos con IVA reducido los consumimos todos, desde los más ricos hasta los que menos poder adquisitivo tienen. Y con pequeñas diferencias, todos en una cantidad similar.
¿Podría ser peor? Siempre puede ser peor. Si además se les ocurre quitarle el IVA reducido al transporte público, por ejemplo, a usted y a mí nos afectará muy directamente, pero sospecho que el señor Botín está exento... que no me lo imagino yendo a trabajar en metro o en autobús.
Evidentemente, esta "no subida" del IVA no tiene que ver con recaudar más, tiene detrás una carga ideológica importante: que esta crisis la paguemos los de siempre.